¿Por qué es tan difícil mejorar nuestra vida? PARTE I: 5 Ejes vitales y 7 razones

 “Porque muchos son llamados, y pocos escogidos.” Biblia, Mateo 22:14

“Hay una gran competitividad en el nivel ordinario, pero no hay casi ninguna en el nivel extraordinario…” El Club de las 5 de la Mañana; capítulo 9; Autor: Robin Sharma

El anterior apartado de la Biblia nos muestra algo que nunca cambia en el mundo: las personas que deciden mejorar sus vidas de manera consciente son pocas en comparación con aquellas que se dejan llevar por la inercia. Por su parte, Robin Sharma, en su maravilloso libro El Club de las 5 de la mañana genera dos niveles de carácter: el nivel ordinario y el nivel extraordinario. En este artículo verás las 7 razones que explican por qué es tan difícil que una persona mejore su vida. En el artículo de la próxima semana, te mostraré las estrategias que podemos usar para convertirnos es esa persona que deseamos, incluso, superar nuestras propias expectativas. 

5 ejes vitales para tener una buena vida

Existen facetas o ejes vitales de nuestra vida que son fundamentales y debemos mejorar para tener una buena vida, es decir, son estas estructuras que debemos cimentar, construir y mejorar cada día si queremos tener una vida que vale la pena.  

En primer lugar, entendemos que vivir una buena vida depende de la interpretación que le damos a la realidad. Piensa en una persona en su mansión, disfrutando de los mejores vinos y de la mejor comida, no obstante, observa como los excesos y todo su dinero no le dan a su verdadero amor: esta persona imaginaria daría lo que fuera por tener un buen amor, a una persona con quién pueda ser él mismo y amar. Así, las cosas, esta persona se siente sola aún rodeada de gente y de dinero. Ahora bien, piensa en una persona en un barrio popular, con lo necesario para vivir pero que se esfuerza por darle a sus hijos la mejor vida posible, darles estudios y un hogar lleno de amor, y observa cómo puede considerar que la vida es maravillosa y estar lleno de ilusión con el futuro, a pesar de no tener lujos o dinero en exceso. La interpretación de la realidad es algo que vamos formando en el tiempo a través de nuestras experiencias, nuestra educación y crianza, así que no es nada fácil de modificar, pero si lo logramos podremos sentirnos más felices. Sí, es fundamental revisar y cuestionar cuál es tu interpretación de la vida antes de seguir adelante. Te invito leer mi artículo sobre los paradigmas para que puedas entender cómo cambiar tu visión sobre la vida a una que te ayude.


En segundo lugar, el dinero nos puede hacer muy infelices, pero una vida financiera saludable nos llena de tranquilidad. Regresando al ejemplo anterior, el hombre en la mansión y el hombre en un barrio popular, todos podemos entender que lo que entendemos por felicidad no se relaciona directamente con la cantidad de dinero que tengas. Incluso, Daniel Kanheman en su libro Pensar rápido pensar despacio nos aclara que después de cierto nivel de ingresos, seguir acumulando riqueza no representa un beneficio mental extra. 

“La ilusión de focalización crea un sesgo favorecedor de bienes y experiencias que al principio son ilusionantes, pero que acabaran perdiendo su atractivo” Pensar rápido, Pensar despacio; capítulo 38;  Autor: Daniel Kanheman.

No obstante, ver como tu vida financiera adquiere más fuerza y vitalidad te llenará de satisfacción. ¡Ojo! con esta expresión: “cierto nivel de ingresos”. Si tú tienes que pelear para poder llevar algo de comida a tu casa y sientes que en cualquier momento no tendrás como sobrevivir, pues eso es otra cosa. Nadie puede ser feliz sin un mínimo vital. Después de ese mínimo, podemos ir avanzando de manera escalonada hacia la vida financiera que nos de tranquilidad. Por tanto, la felicidad no depende del dinero, pero si tienes una vida financiera sin orden ni perspectiva de futuro, no podrás tener una buena vida. 

La tercera faceta son las relaciones. Según las investigaciones, las buenas relaciones nos alivian y nos hacen más saludables, más fuertes mentalmente y nos llenan de seguridad. Las malas relaciones nos enferman y nos acortan la vida. Si el dinero es importante para darte tranquilidad, las relaciones son importantes para alimentar tu alma. No se puede vivir una buena vida si no tienes el alma llena, satisfacer esa necesidad primitiva (como animales sociales) de tener a otra persona que te estime, te escuche y en quién puedas apoyarte. Por tanto, las buenas relaciones construyen una vida con más sentido.

"El mensaje es tan claro y sencillo como este: las buenas relaciones nos hacen más felices y más saludables" Cómo hacer que te pasen cosas buenas; capítulo 2; autor: Marian Rojas Estapé.


El cuarto: tu salud física es un activo invaluable. La buena alimentación, la buena higiene del sueño y el ejercicio, son tres de los factores más importantes para mantener un cuerpo saludable y lleno de vitalidad. El dinero y las relaciones nos dan tranquilidad y nos llenan el alma, pero la salud física es el soporte vital que tenemos para todo lo que queremos hacer bien hecho en la vida. Si quieres tener buenas ideas para ganar dinero, buenas relaciones para llenar tu vida, es necesario un cerebro bien nutrido y un cuerpo saludable. Incluso, dentro de esta faceta podemos mencionar que la salud mental depende mucho de cómo alimentes y trates tu cuerpo. La gestión de las emociones por tanto, tiene un factor fisiológico que no debemos desdeñar. La conexión mente-cuerpo ha sido algo que los investigadores han investigado de manera minuciosa. Hoy sabemos que esta relación es inseparable e indivisible: lo que nuestra mente hace afecta al cuerpo y viceversa. Por tanto, parte de la mejora de nuestra vida pasa necesariamente por mantener una buena salud física.

“Cuando somos jóvenes sacrificamos nuestra salud a cambio de riqueza y cuando nos hacemos mayores y sabios sacrificamos toda nuestra riqueza por un día de buena salud” El Club de las 5 de la Mañana; capítulo 7; Autor: Robin Sharma

Nota: ¿Qué hay de las personas con enfermedades crónicas o congénitas? Sin ser un insensible y desde mi profunda ignorancia de esa realidad, puedo sólo inferir que en esos casos en los que no podemos hacer nada por cambiar la realidad, es necesario entender el concepto de Nuestro Círculo de Influencia. Hasta no aceptar lo que no puedo cambiar no puedo trabajar en lo que si puedo. Hay casos de casos, y no quiero adentrarme en un tema que es profundo y tan doloroso para muchos.

El quinto e ignorado lugar lo ocupa la vitalidad mental. En este momento, millones de personas estamos siendo embrutecidos por las nuevas tecnologías, nuestra capacidad de poner atención y de concentrarnos va en declive. ¡Atención! no estoy diciendo que las tecnologías informáticas sean dañinas, pero si es dañino la manera en que las estamos usando. Verás, para nuestro cerebro es necesario el esfuerzo, resolver problemas, enfrentarse a situaciones desafiantes, ser creativos y sorprendernos para poder crecer y fortalecerse. La vitalidad mental tiene que ver con qué tanta capacidad tienes de concentrarte y por cuánto tiempo, pues no se puede vivir una buena vida sin momentos de concentración profunda; poder concentrarte profundamente en algo es como llevar al cerebro al gimnasio. Pero cada vez que tenemos la oportunidad para desafiar a nuestra mente a crecer, tomamos el teléfono y nos sumergimos en Facebook o en Instagram, revisamos una y otra vez el correo electrónico y así, nuestra mente se vuelve flácida y sin vitalidad. La vitalidad mental tiene que ver también con cómo gestionamos nuestras emociones y relaciones, por lo que si no nos gusta cómo reaccionamos frente al estrés o a una persona tóxica, posiblemente nuestra vitalidad mental sea pobre. Por tanto, la vitalidad mental es crucial para poder sentir que vas avanzando en la vida, vas aprendiendo y vas madurando.

“…la capacidad de hacer cosas difíciles es necesaria para la completa expresión de vuestra grandeza, no es un don divino” El Club de las 5 de la mañana, capítulo 12; Autor: Robin Sharma

“El cerebro humano, al igual que la fuerza de voluntad personal, es mucho más parecido a un músculo de lo que antes se creía” El Club de las 5 de la mañana, capítulo 12; Autor: Robin Sharma

"Que una vida con muchos episodios de concentración profunda es una buena vida" El Valor de la atención; capítulo 4; Autor: Johan Hari 


ANTES DE SEGUIR, RECAPITULEMOS: ¿para qué me tomé el tiempo de explicar estos ejes vitales? ¿No es obvio que la salud física, unas buenas finanzas, unas buenas relaciones y tu salud mental son los factores más importantes para tu felicidad? como yo lo veo, es sano definir a qué debemos apuntar en la vida para ser realmente felices y plenos: A mejorar continuamente nuestra percepción de la vida, nuestras relaciones, nuestra vitalidad financiera, nuestra salud física y nuestra capacidad cognitiva o mental. Cualquier otra cosa que quieras o creas que necesitas, puede que no sea tan necesaria para tu felicidad o plenitud. 

7 RAZONES POR LAS QUE NO LOGRAMOS MEJORAR NUESTRA VIDA

Muy bien, cualquiera puede estar de acuerdo con que mejorar sus finanzas, su salud física, sus relaciones y su vitalidad mental, sería mejorar integralmente su vida. ¿por qué es tan difícil hacerlo? Conversemos sobre el asunto, intenta identificar si alguna de estas razones (o todas) tienen que ver contigo:

PRIMERA RAZÓN: No logramos ver la magia de la acumulación: Las mejoras que valen la pena son el resultado de la acumulación de potencial. Piénsalo. Tus finanzas, tus relaciones, tu salud física y tu vitalidad mental ¿la construyes de un día para otro? Imagínate irte a dormir y amanecer sin sobrepeso ¡Wow! … No, las cosas que valen la pena son una acumulación paulatina y constante de pequeñas mejoras. Pero hay un problema con eso: nuestro cerebro no está hecho para visualizar horizontes muy lejanos. Esto se debe a que nuestros antepasados que tenían que matar y comer, pelear y huir, tenían una única prioridad: No morir. Así, sus horizontes temporales tenían que ver con regresar de la caza con vida y disfrutar un día más de poder respirar. Hoy en día, esta no es nuestra necesidad: nuestra calidad de vida es algo impensable para nuestro ajetreado ancestro, éste quedaría aturdido al vernos ir de compras al supermercado mientras él tenía que matar Mamuts. Ahora bien, cuando ves a un empresario, a un deportista, una hermosa relación de pareja o a una persona “muy inteligente” piensas <<¡Qué suerte tiene!>> pero no sabes cuánto le costó a esa persona llegar allí. El deportista no se hizo de la noche a la mañana, la pareja ideal no se hizo a base de magia y el inteligente no nació así, todo eso fue fruto de ir acumulando potencial a lo largo de los días, semanas, meses y años. Pero a nosotros nos cuesta mucho vernos a nosotros en esos “lugares” tan exclusivos. Pero lo que ignoramos es que el deportista y el empresario muy seguramente usaron la acumulación de potencial para llegar donde están. El deportista entreno desde chico y el empresario fue construyendo su patrimonio poco a poco. Tambiéncreemos que esa acumulación es lineal, pero no lo es. Creemos que 1+1=2, pero en este caso esa acumulación se vuelve exponencial en algún punto del camino. Te voy a poner un ejemplo financiero para explicar porqué debes aprender sobre la acumulación de potencial:

Una persona ahorra 100 dólares cada mes, este dinero lo pone a rendir al 10% efectivo anual. ¿Sabías que en 7 años, lo que ella ahorra mensual (Es decir, 100 dólares) será menor a lo que su propio dinero le da en intereses (Le daría 103 dólares por mes)? Quiere decir, a partir de ese año de ahorro (el año 7), su contribución no se compara a lo que su mismo dinero produce por sí solo. ¡Ahora sostente!: Para el año 10, si el ahorrador sigue así, su dinero le producirá 174 dólares mensuales. Esa es la magia del interés compuesto. ¿te imaginabas algo así? ¿no es loco? seguro que la mayoría que leen esto no lo imaginaban porque nuestro cerebro no entiende estos conceptos con facilidad (La tabla y el enlace para poder hacer tus cálculos lo dejo abajo.) El interés compuesto es un concepto que se aplica a cualquier mejora en tu vida: Tu acumulas potencial, y en un momento ¡BUM! tu vida cambia a un ritmo que tú mismo no logras entender. Entiéndelo, si acumulas potencial (tu parte, tu fuerza de voluntad en acción) el interés compuesto hará lo suyo y te sorprenderá.

Puedes simular tu plan de ahorro en: Calculadora de interés compuesto | Investor.gov

SEGUNDA RAZÓN: Sentimos el esfuerzo como una pérdida. Otro sesgo muy común es esa sensación que sientes cuando vas al gimnasio por primera vez ¿Qué haces? Te miras al espejo ¿Qué ves? Esos gorditos ¿Qué sientes? No vale la pena este dolor. Sientes que es una pérdida, que es demasiado el costo que tienes que pagar. Es lo mismo que sientes cuando ahorras: ves el dinero irse a la cuenta de ahorro ¿Qué ves? Que “te hace falta” un mueble nuevo para el TV o aquella vajilla hermosa para las visitas ¿Qué sientes? Que estás perdiendo la oportunidad de “tener más comodidad” comprando cosas ¿Qué haces? Sacas tu dinero y lo gastas y ves, orgulloso,      esa nueva vajilla. Cada esfuerzo que haces hoy por mejorar, como no se materializa de forma inmediata, sentimos que es una pérdida: de tiempo, de esfuerzo, de comodidad, de dinero, de estatus. Pero piensa qué pasaría si pensaras al contrario: seguirías pagando ese precio una y otra vez, dedicando tiempo y esfuerzo, un día tras otro, se activaría la magia del interés compuesto y ¡Bum! tu vida despega. Pero claro, no es algo fácil, de serlo, viviríamos en un  verdadero paraíso. 

“Para la mayoría de la gente, el temor a perder 100 dólares es más intenso que la esperanza de ganar 150 dólares” Pensar rápido, pensar despacio; capítulo 26; Autor: Daniel Kanheman. 

TERCERA RAZÓN. Sentimos que pertenecer a una minoría es malo. De nuestros antepasados hemos heredado la necesidad de pertenecer a un grupo y la necesidad más imperiosa aún de no ser excluidos. Si se reúnen 10 amigos en un restaurante y 8 de ellos sacan su celular para navegar por las redes sociales, dudo mucho que los otros dos no los imiten. Eso pasa por lo mismo que cuando vemos a mucha gente haciendo fila para un restaurante también queremos hacer la fila para comprar esa misteriosa comida; pasa también cuando queremos ir a esa playa a la que todo el mundo va porque si todos van debe ser genial. Y después de todo, nos encontramos con que la comida en ese restaurante era malísima y que odiamos el calor de la playa. Pero nos orientamos en el mismo sentido de todos los demás porque “si todos van hacia allá, por algo será”. Entonces, hábitos como comer saludable y de manera mesurada, centrar tu atención en lo importante, evitar las redes sociales, quitar las notificaciones de tu celular, ir al gimnasio, leer, reunirse con tus amigos para hablar y no para interactuar con tu móvil, todo esto se vuelve raro, porque el común denominador de los demás no es ese. La gente en su tiempo libre saca su celular para ver qué hay de nuevo y si tu sacas un libro, eres el raro. ¡Pero es eso que debemos ser si queremos tener una vida diferenciada!: los raros. Porque en realidad lo ilógico es te reúnas con tus amigos para mirar tu móvil y no sus ojos; porque lo ilógico es que no le des a tu cuerpo los nutrientes que necesita y en su lugar le des basura; porque lo ilógico es que no te muevas y condenes a tu cuerpo al sedentarismo, porque lo ilógico es que te atontes pasando tu dedo por la pantalla en lugar de disfrutar de un buen libro y ampliar tus perspectivas. Lo ilógico es no buscar la mejora en tu vida. Por lo tanto, no vale la pena pertenecer a la mayoría, si la mayoría se está yendo al traste.  

"Comprometeos a ser personas insólitas en lugar de seguir siendo uno de esos seres tímidos que se comportan como los demás y viven una vida descuidada en lugar de una vida magnifica, una vida vulgar en lugar de una vida original" El Club de las 5 de la mañana; capítulo 9; Autor: Robin Sharma.


CUARTA RAZÓN. Le tememos al fracaso y no nos valoramos. La vida está hecha de fracasos. Te caíste varias veces antes de caminar, balbuceabas antes de hablar, perdiste exámenes, perdiste oportunidades, caíste para que aprendieras en la próxima ocasión. Cuando nos hablan de la mejora en nuestra vida vemos que es algo intimidante porque tememos errar y tememos que los demás descubran lo débiles que somos. Es mejor entregarse a la comida chatarra y al sedentarismo que pelear por tu salud porque ¿para qué pelear si eres así? Para que negar lo evidente. Pero lo cierto es que el ser humano tiene algo que no puede ignorar: plasticidad cerebral. Esa facultad de modificar nuestro cerebro de acuerdo a lo que queramos es algo que nos acompaña incluso si somos de la tercera edad. Vamos moldeando nuestro cerebro con cada repetición, con cada hábito que vamos formando. Creer que naciste para ser obeso, que los libros no son para ti, que tus relaciones siempre serán tóxicas, es el camino fácil, pero por ahí no se llega a ser pleno. Lo contrario es desafiar esas creencias y comenzar por mejorar pequeñas facetas de tu vida. Leer ese primer libro, ir ese primer mes a hacer deporte, dejar de comprar basura en tu mercado, pequeñas victorias se van acumulando hasta desencadenar en cosas extraordinarias. Pero ten en cuenta que caerás, te equivocarás, reaccionarás mal, no querrás ir al gimnasio, no querrás seguir luchando, eso es normal. Llegará un momento en que ya no será una lucha, en que para ti será algo natural, que fluirás y entonces el interés compuesto se disparará. Pero no puede pasar eso sin convencerte primero de que ante el fracaso momentáneo seguirás andando.
QUINTA RAZÓNNos comparamos y la comparación nos genera desesperanza. ¿No has sentido esa sensación que te recorre todo el cuerpo creando una falta de fuerza y motivación, no quieres hacer más que desistir, cuando ves en el gimnasio a una persona con un cuerpo espectacular, el que tu sueñas, pero te ves en el espejo y te ves fofo y sin forma?. Ves esa imagen como algo que tu quieres pero es inalcanzable. No te preocupes, todos pasamos por eso, todos. Siempre estamos comparándonos con aquellos que están “mejor que nosotros”. En esa visión de la vida el problema fundamental es que nunca alcanzarás tanto como para tener más de eso que cualquier otra persona en el mundo. Siempre hay alguien que tenga más que tu. La comparación surge también como un mecanismo de supervivencia muy antiguo: era importante cuando la otra tribu tenía más territorio o más provisiones, más mujeres u hombres para la batalla, eso era una comparación vital si querías sobrevivir. Hoy en día, esa comparación está maximizada por la facilidad con que podemos ver la vida de los demás; la vemos a través de filtros de Instagram, por ejemplo. Eso activa circuitos cerebrales antiquísimos que nos dicen “¡hey!, debes llegar allá por que allá tienes más posibilidades de sobrevivir”. Lo que te recomiendo es que te mires al espejo y desafíes a esa persona. Desafíate a ti a ser mejor, desafíate a ser un mejor hijo, esposo, hermano, amante, individuo y amigo. No importa quien sea mejor que tu, lo que en realidad te traerá placer es que seas mejor que tu versión de ayer. Deja de anhelar el cuerpo o la familia de otros. Por último, ten en cuenta que cuando llegues donde has soñado (y lo harás), a tener ese cuerpo que deseaste, o esas finanzas que quisiste, descubrirás que no era tan extraordinario como pensabas. El eje central para que la comparación no destruya tu vida está en la mejora continua: mejora sin parar, porque esa dinámica es la que nos trae verdadera realización personal. 

SEXTA RAZÓN. Nos centramos en lo que no podemos cambiar. Esto es muy común, me pasa a mi y nos pasa a todos. Te pasa a ti que te enamoras de alguien que luego, viéndolo bien, no era lo que esperabas. Pero, contra toda lógica, buscas que el otro cambie, ignoras que él o ella no cambiará a menos que quiera hacerlo (suponiendo que el cambio le parezca beneficioso). Dices que tu amor lo cambiará, pero los años pasan, ahora tratas de olvidar el grito o el golpe que te propino, porque ya llevas mucho tiempo con esa persona y estás seguro o segura que cambiará. Nosotros no podemos cambiar a otro ser humano. Podemos influir, aconsejar, exhortar, persuadir, pero nunca cambiar. La transformación de todo ser humano sucede de adentro hacia afuera, no al revés. Tratar de cambiar a alguien y que de eso depende tu felicidad es el mejor camino para vivir una vida que no vale la pena. Tu no puedes cambiar tu cuerpo de la noche a la mañana, por lo menos no de manera natural; tu no puedes sembrar hoy y segar mañana, no de manera natural. Tu no puedes muchas cosas, pero hay muchas otras que si ¿has pensando en concentrarte únicamente en lo que puedes cambiar?

“Finalmente, algunos factores están totalmente fuera de nuestro control y ni siquiera podemos influir en ellos, como la dirección y la intensidad de los vientos” Cómo ser un estoico, Capítulo 3; Autor: Massimo Pigliucci.

SEPTIMA RAZÓN. Poderes oscuros. Hay toda una gama de factores políticos y económicos detrás de los hábitos más dañinos para el ser humano. ¿No te has preguntado porque los pasillos que te guían a las cajas registradoras están flanqueados de dulces y chocolates? Pues porque la industria del azúcar y sus derivados les interesa brindarte fácil acceso a ellos, el azúcar por si misma hará el resto. No te has preguntado porque cada vez que quieres comprar algo o ver algo, alguna red social te lo facilita; digamos que quieres comprar un televisor, en pocos minutos el teléfono móvil se llena de anuncios de televisores. Ver tus redes sociales es ver tus gustos: gatitos, hombres sin camisa, mujeres sugerentes, video juegos, etc. El capitalismo de vigilancia está atento para brindarte lo que quieres para que consumas más y más. Los llamo poderes oscuros no porque haya una mesa negra en algún lugar del mundo donde los grandes empresarios se reúnen cada mes para pensar en fregar a la humanidad, los llamo así por las consecuencias en nuestra vida. Parte de la responsabilidad de que se te dificulte tanto cambiar esos hábitos terribles que te merman la felicidad es el capitalismo de vigilancia y los intereses de grandes corporaciones. Nuevamente, aquí tenemos que poner en funcionamiento el concepto de círculo de influencia: me ocupo de lo que si puedo cambiar. 


“En primer lugar, estos sitios y aplicaciones están diseñadas para adiestrar a nuestra mente a desear recompensas frecuentes. Nos vuelve ávidos de corazones y likes.” El Valor de la Atención; Capítulo 6; Autor: Johan Hari. 


Con todo esto, ¿es posible poder mejorar mi vida? No te pierdas las estrategias que podemos usar y que me han sido de gran utilidad. 

Continuara...



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Un abrazo y hasta el próximo libro. 

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