Los libros y la riqueza: Cómo sacar ventaja económica de tus lecturas

Cuando pensamos en la lectura muchas veces imaginamos a «ratoncitos de biblioteca» con el pelo revuelto y leyendo con ansiedad enormes volúmenes viejos y llenos de polvo. Pero la lectura tiene en sus aficionados a personas de todo tipo, y esto se debe a que, como ya lo he dicho antes, hay un libro para todo y un libro para todos. En esta ocasión te quiero presentar qué le puede hacer la lectura a tus finanzas.

«Arañar» la superficie

Cualquier tema que quiera ser abordado de manera eficaz necesita de profundidad. Si tus paradigmas (tu manera de ver la vida) te dicen que «el dinero es para gastarse» porque «uno se muere y nada se lleva» y además «lo importante son las experiencias y no el dinero», difícilmente el dinero será un aliado para ti. Volvemos a este viejo tema: nuestros paradigmas sobre el dinero guían nuestra vida financiera. Para abordar el tema de las finanzas puedes iniciar por YouTube, claro, o por TikTok, ¿Por qué no? Yo mismo inicié por YouTube viendo y escuchando a Sebastián Celis y a Carlos Devis, ambos colombianos en los que confío mucho y que recomiendo cada vez que puedo. No obstante, la palabra hablada y la escrita presentan una diferencia fundamental: quien habla puede pasar por altos elementos importantes de las ideas y aun así sonar coherente; mientras que cuando escribes debes entender muy bien cuáles son las partes del discurso, pues la escritura no te permite tanta holgura como la palabra dicha. Cuando escribimos ponemos en orden nuestras ideas y entendemos si de verdad manejamos el tema o no. Mientras escribo esto, mi cerebro va a mil por hora intentando recordarme ideas y conceptos que me ayuden a explicarte por qué la lectura te ayudará a mejorar tus finanzas. Cuando se escribe sobre un tema, el autor debe esmerarse porque el discurso tenga máximo de sentido y coherencia, de ahí que cuando leemos nuestra mente puede profundizar más en esos temas: tienen mucha mayor estructura y coherencia. ¿A quién no le ha pasado que después de leer un libro, en el cuál se basó una película, entiende mucho más la trama y los personajes?

«La escritura destila, cristaliza y clarifica el pensamiento y ayuda a separar el todo en sus partes». Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva, Stephen Covey.

Empecemos por los principios

Ahora bien, no estoy diciendo que los vídeos de coaching financiero no sean útiles, pero sí defiendo que entender los principios fundamentales de las finanzas en profundidad te ayudará mucho más por varias razones. La primera es que, al entender con profundidad un tema, difícilmente alguien podrá engañarte o difícilmente creerás en las fake-news o fórmulas milagrosas para volverte rico. La segunda, es que como comprendes los principios fundamentales de las finanzas personales no requerirás de algunas técnicas simplistas de inversión para poder crecer, porque los principios básicos son como una brújula que te ayudará a tener una mejor capacidad de toma de decisiones y a formular tu propio sistema, uno que se acople a ti y a tu vida hoy. En tercer lugar, cada autor que leas se convertirá en un referente para ti. Es como si tus decisiones financieras las tomará un comité mental integrado por estos autores con sus principios e ideas. El coaching financiero es muy útil para obtener resultados a corto plazo y para encaminarte, pero si quieres de verdad que el dinero te colabore para ser una persona más feliz, necesitas entender los principios fundamentales de las finanzas personales.

Precio versus Valor

Recientemente escribí una entrada sobre el valor de los libros y su precio. En esta ocasión es mucho más claro que por más que un libro te cueste, si este logra que seas financieramente saludable a través de un cambio de paradigma, aquel libro o aquellos libros te salieron regalados. Los autores de los libros que te recomiendo o que cito, son personas que se han dedicado a investigar y practicar lo que muestran, han sintetizado las ideas clave en el ámbito de las finanzas y lo pusieron a nuestro alcance para que pudieras beneficiarte de ellas ¿Cuánto valor tiene tu tranquilidad financiera? Piensa en ello detenidamente. Un libro que te ayuda a convertir al dinero en un aliado nunca será muy costoso, y aún así, esos libros son ridículamente baratos. Claro está, los libros como tu educación financiera deben tener una partida presupuestal, es decir, una cantidad de dinero que destinarás mensual o anualmente a esto y va a hacer que tu proceso de mejora nunca se detenga.

Lo que yo hago

¿Qué es lo más importante que he aprendido de las finanzas personales en los libros?

Si has leído otras entradas, sabrás que mis finanzas son en realidad nuestras finanzas: yo y mi esposo manejamos las finanzas en conjunto. Eso es respetable en cada caso, pero en el nuestro nos ha funcionado fusionar nuestra economía y tener metas comunes a las cuales apuntar. No es que siempre estemos de acuerdo en todo; algunas veces no coincidimos en temas secundarios, pero en los principios fundamentales nos mantenemos inamovibles. Decide cómo vas a manejar tus finanzas, quién tendrá voz y voto en la toma de decisiones, pues es de suma importancia. Si la persona que puede tomar decisiones en tus finanzas no está buscando una mejora en ellas y no está encaminada a convertir el dinero en su aliado, considera llevarlas tú solo.


Tener un horizonte financiero claro. Esto significa que definimos a dónde vamos a llegar y por qué. Ese lugar a donde vas a llegar representa tus metas a largo plazo. ¿Dónde te ves en 10 o 20 años? ¿Qué quieres financieramente? Si tu respuesta es «estar bien, estar holgado» o «quiero mucho dinero», vamos a tener que conversar un poco más. El horizonte debe ser un lugar claro en el que puedas decir ¡He llegado! Ser rico o tener mucho dinero es relativo y subjetivo. Elon Musk es rico, pero también Donald Trump, no obstante, la diferencia de patrimonio entre uno y otro es enorme. En mi caso, el horizonte financiero es mi libertad financiera: una cantidad de activos tal que me permita vivir mi estilo de vida actual sin tener que trabajar. Y eso es una cifra, no es para nada subjetivo. Si alguien me pregunta hoy: «¿Cuánto necesitas para dejar de trabajar por el resto de tu vida?» Yo tengo la respuesta clara. Ese es mi horizonte, por eso nos levantamos en la mañana, por eso pensamos en más ingresos, por eso nos esforzamos: queremos alcanzar ese horizonte. ¿Cómo lo defines? Te recomiendo leer del libro Un inmueble al año no hace daño, de Carlos Devis, el capítulo 15 o de Dinero, de Tony Robbins, el capítulo 3.1, sigue el paso a paso de estos autores y ¡dale un valor a ese horizonte financiero!

Vivir debajo de nuestras condiciones financieras actuales significa que si nuestros ingresos aumentan, no aumentan nuestros gastos. Esto obviamente está ligado a tus horizontes financieros. Como ya has dejado claro a dónde quieres llegar, no será difícil enfocar todos los recursos posibles a generar los activos que necesitas. Vivir debajo de nuestras condiciones es pensar que, si mi vida es satisfactoria, tengo lo que necesito, como y duermo bien, tengo los libros que me ayudan a mejorar, y hago ejercicio físico, no es necesario tener el iPhone 250X PLUS para ser feliz, puedo tener un teléfono que me sirva y de calidad, y la diferencia la invierto. Significa que, si me hacen un aumento de sueldo, debo tener en cuenta que mi índice de ahorro debe aumentar si quiero acelerar mi camino hacia ese horizonte que visualicé. El índice de ahorro representa esa proporción de dinero que de manera anticipada has determinado no gastar para que, acumulado en el tiempo, te de acceso a la vida que estás planeando. Como te mantienes debajo de tus condiciones puedes empezar con un índice de ahorro del 10% (de cada 100 dólares, 10 no los gastas, los inviertes en activos que rindan). Con cada aumento de salario o ingreso adicional ese índice aumenta y, con él, la brecha entre lo que quieres y tu condición actual va disminuyendo. Puedes empezar por donde quieras, yo te recomiendo que un 10% sea un inicio, pero apunta al 30% en los próximos 3 años que es, por ejemplo, el índice que busco este año, apuntando a aumentarlo aún más. Morgan Housel en su libro La Psicología del dinero en el capítulo 10 habla de este índice, te invito a leerlo.

Luego que vives debajo de tus expectativas y tienes un índice de ahorro mensual definido, debes mantener tus expectativas controladas. Las expectativas hoy en día son bruscamente manipuladas por las redes sociales y en general por los medios de comunicación. El ciberespacio nos muestra esas vidas “perfectas” y nuestra mente comienza a anhelar llegar allá. Mantener las expectativas controladas es entender que nunca serás feliz mientras te compares con otros: puede ser que esa playa sea hermosa, pero a ti en realidad te fastidia el calor y la arena; puede ser que esa fiesta descontrolada se vea espectacular, pero a ti te da dolor de cabeza el bullicio. Hay que ser maduros para tener una expectativa clara que no se mueva. No dejes que las redes sociales te digan qué te gusta y qué no, defínelo tú. Yo no cambio un cafecito y un buen libro por una fiesta desenfrenada en Dubái; quien disfrute de la fiesta, bien por él. Si quieres aprender sobre las expectativas y los márgenes de error puedes hacerlo leyendo La psicología del dinero, capítulo 13.


Recuerdo mucho el libro Pensar rápido pensar despacio. En este, Daniel Kahneman nos explica nuestros sesgos cognitivos. Un sesgo terriblemente dañino para tu economía es el que te hace pensar que tu felicidad es lo que tienes y que cuanto más se acerque tu vida al estándar establecido por otros, más feliz serás. Los seres humanos somos los eternos insatisfechos, nunca estaremos conformes con lo que tenemos así sea lo que siempre hemos soñado. Esta reacción es un sesgo heredado de nuestros antepasados para los que «más» siempre era mejor porque continuamente tenían que enfrentarse a desastres que aniquilaban tribus enteras. Por tanto, entre más trigo, más población, más hombres fuertes, más territorio, mejor. Eso se quedó sembrado en nuestra mente y ahora, así estemos satisfechos por una buena comida, si vemos a alguien comer algo riquísimo y más costoso, ahí vamos nosotros queriendo comer lo mismo. Si el vecino llega en un carro mejor, ahí vamos nosotros haciendo cuentas a ver si podemos igualarlo. Eso a veces es inconsciente, a veces lo hacemos con nuestra propia familia: queremos los hijos como los de mi vecino, queremos un esposo como el de mi amiga o un papá como el de mi compañero de trabajo. Siempre vemos hacia afuera y nos sentimos insatisfechos. Cuando entiendes ese sesgo y comprendes lo tonto que es entrar en ese círculo de comparación e insatisfacción, el circuito se va desactivando y disfrutas más de tu vida. Te das cuenta de lo mucho que tienes y que no necesitas gastar todo tu salario fingiendo que eres feliz, porque verdaderamente lo serás.

Tener un presupuesto a cero. Significa destinar cada centavo de tu dinero, claramente. No tengas «dinero por alguna eventualidad» porque ya vendrá la eventualidad, muchas veces encarnada en un familiar «muy necesitado» o una «oferta imperdible». Mantener un presupuesto a cero significa que has considerado cuánto dinero iba a ingresar y le has dado un destino: despensa, servicios, arriendo, cuota, ocio, ahorro, inversión, etc. Ahora bien, se llama presupuesto a cero porque no queda ningún dinero flotando en el aire esperando destino. Para hacer un presupuesto a cero debes ser razonable en lugar de ser 100% racional. Si te gusta salir de vez en cuando a tomarte un café o comerte ese pastelito de chocolate, presupuesta cuántas veces vas a salir a hacer eso ¡Recuerda que tu índice de ahorro es sagrado y debe mantenerse y crecer! Por tanto, más vale reemplazar algunas salidas a comer por comida en casa. Presupuesta esas salidas entendiendo que no vas a renunciar a esos gustos pero que los vas a controlar para trabajar por algo mayor. A esas salidas a comer puedes llamarlas ocio y darle un valor mensual. Presupuesta aquellos gastos anuales que tengas que sacar, como el seguro de tu moto o una anualidad que tengas que pagar, saca ese dinero mes a mes. Respetar tu índice de ahorro y el presupuesto a cero es un hábito que sostenido en el tiempo te traerá resultados extraordinarios.

Tener un fondo de libertad y de emergencia es un paso esencial para tu salud financiera. Un fondo de libertad son el conjunto de activos que te ayudarán a conseguir la libertad financiera, ese horizonte financiero que tanto anhelas. En el fondo de libertad están tus inversiones de las cuáles aprovechas el interés compuesto (esto es esencial y debes aprender más sobre él, es en serio ¡Hazlo!: Capítulo 4 de La psicología del dinero) y el fondo de emergencia también es un fondo de activos, pero al que puedes acceder de manera rápida. El fondo de emergencia consiste en por lo menos 6 meses de ingresos que te permitan cubrir tus gastos básicos (sin ocio y lujos, obviamente). Esto es importante porque la vida es imprevisible, no sabemos qué va a pasar mañana y podemos quedarnos sin nuestra fuente de ingresos principal. Ese fondo nos ayudará a mantenernos mientras nos recuperamos y no tocar nuestros activos del fondo de libertad. Estos fondos se van construyendo con el tiempo y la paciencia. Tener estos fondos es un indicador de que estás pensando a largo plazo.

Aprender sobre finanzas es algo que aún hago. Mi esposo está invirtiendo y aprendiendo nuevas maneras de hacerlo, yo busco entender mejor mi mente y cómo entrenarla para tomar mejores decisiones, pero lo que tienes que saber es que las finanzas, como parte fundamental de tu vida, son un área compleja y llena de teorías. Por lo tanto, si te pones a ver vídeos sobre «cómo ganar mucho dinero rápido», verás que te vas a volver loco con tanta información. Más bien, elige uno de los libros que te he recomendado y ve paso a paso, página a página. Verás cómo tus conocimientos se vuelven fuertes y bien cimentados, entenderás más allá de las absurdas promesas y podrás tener la energía mental para centrarte en tu propio camino.

En conclusión, la lectura puede traerte beneficios financieros importantes si te centras en que tenemos la necesidad de aprender constantemente sobre lo fundamental. Si consideras que es momento de iniciar un proceso de aprendizaje sobre el dinero te aconsejo estos libros en el siguiente orden. Es un comienzo:

1. Si lo hubiera sabido antes, Carlos Devis.


2. La psicología del dinero, Morgan Housel.


3. Dinero, de Tony Robbins.



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Un abrazo y hasta el próximo libro. 

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